El queso es un alimento saludable, el cual, se elimina de los planes nutricionales por miedo a sus calorías y a su grasa. Pero, ¿es esto necesario?
El queso es una buena fuente de proteínas y grasa saturada. Además, contiene gran cantidad de minerales y vitaminas, como por ejemplo, la vitamina B12, calcio y zinc, entre otros. Se considera un alimento con matrices alimentarias complejas.
En cuanto a sus beneficios a nivel salud, se ha visto que, a pesar de su grasa saturada se considera alimento saludable, ya que no empeora el perfil lipídico. Hay varios metaanálisis de estudios de seguimiento durante más de 10 años. Estos estudios determinan que no hay relación entre el queso y la enfermedad cardiovascular.
El consumo de queso moderado se asocia con menor riesgo de diabetes y síndrome metabólico. A pesar de su aporte de grasa y sal no contribuye a la hipertensión y sobrepeso.
Para su elección, hay que optar por quesos tradicionales. Estos llevan pocos ingredientes ( leche, cuajo, cultivos lácteos y sal), como por ejemplo el queso Gouda. Los procesados y sucedáneos que contienen múltiples ingredientes (almidón modificado, grasa de leche, suero lácteo, sales fundentes…) habría que reducirlos, ya que no tendrían los beneficios anteriormente citados.
Por último, la dosis recomendada depende de factores individuales. Los mayores beneficios se encuentran entre dosis de 30-50g, variando distintos tipos de quesos tradicionale