Dieta equilibrada: definición

El término dieta equilibrada tiene múltiples interpretaciones, según caiga el agua del río. Para unos es consumir una ración de verduras al día o un par de frutas de postre. Para otros, consumir pescado un par de veces a la semana.

Una dieta equilibrada es la que nos permite el mantenimiento de un óptimo estado de salud, a la vez que nos permite el desarrollo de nuestro estilo de vida.

Por ello, debe ser variada (huye del arroz y pollo everyday), agradable, suficiente y equilibrada.

Características principales:

• Balance energético diario óptimo ( para calcular la tasa de mantenimiento tienes un artículo detallado en el blog sobre ello). Este apartado tiene que ser personalizado y adecuado a las necesidades de cada persona.
• Correcto aporte de energía entre los macronutrientes, sin eliminar ninguno de ellos (hidratos de carbono, proteínas y grasas).
• Equilibrio entre los alimentos ingeridos y disfrutando de una dieta variada, ya que ningún alimento proporciona todos los nutrientes necesarios.
• Reparto óptimo de las comidas a lo largo del día, consiguiendo una adherencia en base a las circunstancias personales.
• Incluye alimentos ricos en fibra (cuantos más mejor): fruta, verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales, etc. Entre frutas y verduras se deben de consumir, como mínimo, 5 piezas diarias, siendo la fruta fresca el postre habitual.
• Incluye suficiente proteína diaria (pescados, carnes, legumbres, lácteos…) en base a las necesidades personales.
• Limitar el consumo de grasas saturadas (manteca, embutidos, salsas) y seleccionar de forma adecuada el consumo de ácidos grasos poliinsaturados.
• Reducir el consumo de azúcares y aumentar el consumo de hidratos de carbono complejos (pan, pasta, arroz, legumbres …), preferiblemente en sus formatos integrales.

Y como sabemos que una imagen vale más que mil palabras, en la siguiente imagen os dejamos el ejemplo de un plato saludable.